martes, 18 de junio de 2013

El Balance ... Negativo



Cada cierto tiempo en la vida uno debe hacer un balance de lo realizado, sobre todo en aquellos momentos en que parece cerrarse un ciclo vital. Con motivo del reciente “conflicto” universitario la FAPUV jugó un papel que a mi entender y el de muchos con quienes he hablado, deja muy mal parado a este organismo gremial.

La FAPUV, otrora flamante y combativa Federación de Profesores Universitarios de Venezuela, se planteó una doble agenda con motivo de la situación generada por la discusión del primer contrato colectivo de los trabajadores universitarios (profesores, empleados y obreros) que adelantan las federaciones sindicales; una agenda política y una agenda gremial. La agenda política consistía, una vez más, en tratar de acabar, a como diera lugar, con el proceso Bolivariano que se vive en Venezuela, para lo cual la FAPUV jugó todas sus cartas a la alternativa derrotada de Capriles, mientras se convertía en una sucursal venida a menos del Partido Primero Justicia, que al fin y al cabo es el que maneja a su antojo la llamada “Mesa de la Unidad”. Tal agenda resultó en un completo fracaso, no solo a nivel nacional donde con el paso de los días la figura de Maduro como Presidente de la República se consolidó fuertemente, sino a nivel internacional donde el errado manejo de las relaciones por parte del turismo político que se desató en la oposición, terminó por favorecer notablemente al gobierno electo recibiendo un sólido apoyo internacional, en algunos casos, sorpresivo.

Pero donde el descalabro fue aun mayor es a nivel de lo gremial; la agenda gremial mantenida en un segundo plano de interés por parte de la dirigencia de FAPUV, marca hoy en día el principio del fin de esta federación. Sin capacidad de convocatoria, violentando incluso decisiones de la base como en el caso emblemático de la UCV, se empeñó en convocar un paro que ha puesto en jaque a los propios intereses de la burguesía venezolana y donde los únicos afectados son los estudiantes. Mientras las llamadas “universidades del gobierno” siguen funcionando y graduando profesionales para la revolución, las “universidades de la oposición” continúan paralizadas algunas y con retrasos considerables otras, con la complicidad de los activista políticos que se mueven a nivel de la dirigencia estudiantil. Es necesario aclarar que esta taxonomía de universidades del gobierno y de la oposición, no es de mi autoría sino de la propia FAPUV. En medio del desconcierto y la soledad, los dirigentes gremiales siguen hablando de las “Normas de Homologación” decreto unilateral lanzado por el gobierno de Luis Herrera, que por ser pre-constitucional e ir en contra de varios preceptos contenidos tanto en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela como en la Ley Orgánica del Trabajo, ya no tienen vigencia (ver fallos del Tribunal Supremo de Justicia) y han sido sustituidas por instrumentos progresivos, como la nueva Contratación Colectiva. Recurrir a esta obsoleta figura que solo cobijaba a los profesores universitarios, introduce además un elemento divisionista que resta poder a la fuerza laboral que discute la contratación colectiva. Para colmo de males, una vez conocido el aumento salarial logrado por los sindicatos, que en promedio supera el 100% , la FAPUV en lugar de guardar un aconsejable silencio estratégico, sale a declarar que no levantará el paro hasta que el gobierno no les sonría, mal poniendo así a los universitarios ante una opinión pública que no acaba de entender como se puede ser tan irresponsable, cuando se trata del futuro de miles de jóvenes estudiantes. Cabe la pregunta; ¿y ahora quien querrá ayudarnos cuando el gobierno suspenda los sueldos y salarios de la universidades por su negativa a trabajar? . Balance... negativo.

                                                                                                                      Rogelio Perez Profesor Jubilado UCV

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